El procedimiento
El mecanizado electroquímico de metales está basado en el principio de la electrolisis.
La herramienta se conecta como cátodo y la pieza como ánodo a una fuente de corriente continua. En una solución electrolítica acuosa, entre el cátodo y el ánodo tiene lugar un intercambio de carga, lo que mecaniza la pieza de forma selectiva. De esta manera se crean contornos, canales anulares, ranuras o vaciados con la más alta precisión y sin necesidad de contacto físico. El material desprendido de la pieza se precipita en la solución electrolítica en forma de hidróxido metálico. El mecanizado se realiza independientemente de la estructura del metal. De esta manera es posible mecanizar tanto materiales blandos como duros.
Los componentes no soportan solicitaciones térmicas ni mecánicas.
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Ventajas
- Desgaste reducido de la herramienta (cátodo) y, por tanto, condiciones ideales para la producción en serie
- Calidad de superficies de hasta Ra 0,05
- Mecanizado de precisión
- La ausencia de solicitaciones térmicas o mecánicas sobre los componentes evita que se alteren las propiedades de los materiales
- No se alteran su dureza, ni su tenacidad ni sus propiedades magnéticas
- Fabricación de contornos de menor tamaño y grosor
- Altísima reproducibilidad de la estructura de las superficies
- Proceso de fabricación más sencillo y eficiente, sin necesidad de acabados tales como desbarbado o pulido
- Desbastado / alisado / pulido en un único paso de trabajo
- Mecanizado de superaleaciones
- Mecanizado simultáneo de macro y microestructuras
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